En el resto del mundo, es el estilo que normalmente se sirve cuando se quiere una lager oscura.
Aroma: a malta munich, como a costrones de pan, a veces tostado, con notas dulzonas y dejos de chocolate, nueces o caramelo. No deben detectarse ésteres frutados ni diacetil, pero es aceptable un leve aroma a lúpulo.
Aspecto: ámbar medio a marrón oscuro, a menudo con tinto rojizo. Espuma cremosa, marrón claro. Usualmente límpida, existen versiones no filtradas.
Sabor: dominado por el sabor complejo de la malta munich. Puede ser discretamente dulzón, pero no debería tener sabor pronunciado a caramelo y cristal. Sabores quemados o amargos de maltas tostadas no deberían percibirse.
Amargor leve pero perceptible, balanceado hacia la malta. Retrogusto permanece maltoso, aunque el lúpulo puede sentirse en la última fase de la percepción del sabor.
Sensación en boca: cuerpo medio a pleno, proporcionando un cuerpo firme sin ser pesado.
Impresión general: caracterizado por la profundidad y complejidad de la malta munich y su acompañante melanoidina. Rico sabor a malta munich, pero no tan intenso como en una bock o una schwarzbier.
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